El hombre conoce las piedras preciosas por lo menos desde hace 7000 años. Las primeras fueron amatistas, cristal de roca, ámbar, granate, jade, jaspe, corales, lapislázuli, perlas, serpentina, esmeralda y turquesa.

Las piedras naturales han sido mi inspiración, por eso decidí estudiar Gemologia al iniciar mis estudios de Orfebreria. Es por ello que creo joyas originales y joyas de diseño convirtiéndolas en una pieza especial y única, puesto que las piedras que se utilizan para su elaboración son naturales, por lo que encontrar dos de la misma forma es imposible, dándole un valor agregado a estos diseños ya que todas nuestras piedras son talladas totalmente a mano.

Cuando me preguntan ¿qué son estas piedras? Siempre digo “es una piedra natural” sin embargo no es la mejor manera de describirlo. Por ejemplo, un bonito ejemplar de Druzy en bruto con una superficie muy deteriorada puede parecer muy poco atractivo a primera vista pero tener una gran belleza potencial una vez tallado; realzando la formación de capas de cristales que se hace naturalmente en los cuarzos, ya sea de amatista, de ágata, de cornalina, de turmalina etc., esos pequeños micro cristales brillantes que se asemejan a granos de azúcar. En este tipo de cuarzos la calidad está determinada no sólo por el color, el peso y la claridad, sino también por el tamaño y la uniformidad de la cobertura de los cristales, esta característica es una de las más importantes para determinar el valor de la pieza.

Para poder distinguir entre piedras preciosas y piedras semipreciosas se utilizan tres factores:
La escala de dureza (lo que garantiza su durabilidad), la piedra preciosa más dura que existe es el diamante.
La rareza, escasez o dificultad para encontrarlas en la naturaleza.
Su belleza y perfección. Cuando hablamos de la belleza y perfección de una piedra, ya sea preciosa o semipreciosa, nos referimos a su color, brillo, transparencia y pureza. Una piedra preciosa pura, sin imperfecciones y con un color radiante.

Las tres únicas piedras o gemas consideradas preciosas –además del diamante- son el rubí, la esmeralda y el zafiro azul.

Entre las piedras catalogadas como semipreciosas tenemos 130 especies minerales, pero las 4 mas importantes son: Granate, Topacio, Amatista y Turmalina. A pesar que cumplen las mismas características que las preciosas, son considerados semipreciosas porque son mucho mas fáciles de conseguir.

Lógicamente las piedras semipreciosas tienen un valor económico mucho menor que las preciosas.

Las piedras preciosas y semipreciosas suelen tallarse y pulirse para realzar su brillo.

Pulir es Alisar su superficie para que quede suave y brillante.

Tallar es darle forma.